¿Sientes atracción por algunos objetos o partes del cuerpo en concreto? ¿ Te gustan tanto que cuando los imaginas, los ves o los tocas se produce una fuerte respuesta de excitación en tus genitales? No te preocupes, ni pienses que es algo raro o patológico…Se llama fetichismo y hay mucha gente que le ocurre, es más es normal que todas las personas sientan excitación por ciertas partes del hombre o de la mujer, según su inclinación sexual o incluso por objetos que hemos asociado al cuerpo o genitales deseados.

¿En que consiste el fetichismo?

Cuando una persona le gusta incluir su objeto de deseo o realiza juegos en concreto con esa parte del cuerpo que tanto le gusta en los preliminares con su pareja o durante la masturbación porque fantasea, roza, huele dichos objetos podemos decir que es fetichista

Se trata de una fuente de juegos extras y una forma más de vivir la sexualidad que puede hacer más rico y divertido el sexo con tu pareja. Cuéntale lo que te gusta y compartir estos momentos…será muy placentero.

Pasemos a ver algunos de ellos:

Pies

Quizás la parte del cuerpo que más pasiones despierta entre los fetichistas, aunque probablemente es la menos comprendida pues los pies están considerados por mucha gente como la parte más fea del cuerpo.

Para muchos incomprensible la excitación y gusto que despiertan, en la mayoría de los casos pies femeninos, pues se ha observado más en hombres. Sea como sea esta claro que es una parte que agrada a una gran cantidad de hombres y desde hace mucho tiempo. En Asia existía la costumbre de vendar los pies de las niñas entre 3 y 7 años pues de este modo había muchas más probabilidades de casar a las hijas de la familia con personas de clase media o media-alta ya que era un atributo muy valorado.

Existen varias explicaciones, por ejemplo que sus curvas nos recuerdan al cuerpo de la mujer, otras personas piensan que al ser delicados, suaves y más pequeños que los pies de los hombres son como símbolo de la mujer, que guarda su esencia más pura.

Zapatos

Y por la misma razón son igual de excitantes y deseados los zapatos de las mujeres. Sobre todo los usados y los de tacón…Usados porque entonces es garantía de que contuvieron unos pies femeninos y por tanto fueron su continente conservando su forma e incluso su olor. Podríamos decir que tienen un alto valor simbólico y que además es una forma de tener cerca esa parte tan deseada, de una manera cómoda y sencilla cuando se desea.

Además colocados en los pies de una mujer son un bien preciado, no hay que olvidar que puestos dotan a la mujer de una gran fragilidad al hacer su estabilidad muy débil, pues al caminar no se apoya sobre la parte delantera y trasera del pie, si no tan solo pueden andar de puntillas.

Cabello

Otra parte del cuerpo que es muy erótica es el cabello, normalmente a los hombre les gusta la melena larga y a la mujer corto por razones culturales. Pues aunque en la antigüedad ambos sexos llevan el pelo largo, a raíz de que por razones de higiene se impusiera el pelo corto en los hombre durante su estancia en la guerra para evitar piojos y demás parásitos, se empezó a convertir en costumbre en este sexo.

Por ello los hombres asocian la feminidad con el pelo largo y las mujeres con el pelo corto y sobre todo con ciertos cortes de pelo más frecuentes en los hombres.

Largos y por supuesto con brillo como garantía de la juventud y por tanto de la fertilidad de la mujer. Mientras que en las mujeres se observa una atracción especial por los hombres con pelo cano al asociarse la madurez de éstos con características de personalidad, por ejemplo se suele pensar que el hombre maduro es más sensible, sensato y fiel.

Manos

Las manos es otra parte del cuerpo que agrada tanto a hombres como mujeres. Grandes y fuertes para el hombre como símbolo de su fuerza o resistencia y pequeñas y frágiles para la mujer como signo de su delicadeza.

En los hombres ademas de apreciarse la excitación con la mano como tal, también se observa en los complementos y accesorios como uñas largas, esmaltes de uña, anillos…etc.

Lencería

Si eres fetichista de la ropa interior, la lenceria sexy estará muy bien en el cuerpo de la mujer, pues siempre resalta las curvas, pero la atracción por estas prendas la puede sentir cualquier persona. Lo que de verdad lo hará distinto de alguien que no es fetichista será la excitación por la ropa interior usada aunque no sea muy sexy, incluso aunque no la lleve puesta una mujer.

El solo olor del flujo vaginal sobre este tipo de prenda, puede provocar una gran excitación en el hombre, pues es más típica en el genero masculino. Y su uso durante la masturbación hará que llegue el orgasmo de una forma rápida y muy intensa.

Agua

El sexo en el agua o el agua pegada al cuerpo, es algo que buscan y disfrutan mucho las personas que tienen este fetiche. Les parece muy sexy las gotas de agua resbalando sobre su cuerpo y el de su amante, así como muy excitante la idea de fantasear con mantener relaciones sexuales en la piscina, jacuzzi, río, en la playa…en cualquier lugar donde sea posible practicar sexo con el cuerpo sumergido en agua.

Así como muy morboso el hecho de tener el cuerpo de su chico o chica mojado ya sea vestido o desnudo, vestido hara que la ropa se pegue como una segunda piel y desnudo le dará un brillo muy especial y sensual a la piel.

Lágrimas

El llanto normalmente se produce por tristeza o dolor y aunque a la mayoría de la gente nos despierta pena y ganas de arropar al otro, los fetichista de las lágrimas se excitan.

Le ocurre tanto a hombres como a mujeres, pues el llanto se asocia con la fragilidad típica característica femenina, pero también gusta a los mujeres pues muestra una gran sensibilidad o vulnerabilidad en el hombre. Por lo que despierta gran ternura en las mujeres y ya se sabe que de las caricias y abrazos a la pasión solo hay un paso.

Clastomania

Para terminar os presentamos una de las fetichismo menos conocidos, la clastomonia consite en excitarse rompiendo, cortando o desgarrando la ropa que lleva puesta nuestra pareja justo antes de mantener relaciones sexuales.

Puede ser tanto la ropa que lleve puesta la pareja, vestido, camisa o lo que lleve puesto, así como las prendas interiores. Un cuchillo, unas tijeras o las propias manos suele ser lo utilizado para romper los tejidos. Esta práctica suele incluir una pequeña dosis de violencia para desgarrar las prendas, que iría incluida dentro del juego y que es aceptado por los dos personas.

Porque no hay dos personas iguales, es normal que lo que a uno produce morbo a otro no. Hay que vivir con normalidad los gustos sexuales y no avergonzarse de ellos. Así que atrévete a compartir con tu pareja tus preferencias y disfrutar de ellas…Podéis aprovecharlas para salir de la monotonía y realizar juegos nuevos.

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